LOS NIÑOS ASIMILAN EL RESPETO Y RESUELVEN MEJOR LOS CONFLICTOS
Pero ¿cualquier edad es buena para empezar a practicar yoga? En el colegio Hilarión Gimeno se imparten clases de yoga a los niños de 10 a 12 años en horas lectivas. Verònica Cobos, profesora de yoga infantil en el Centre de Ioga Siddharta en Barcelona lleva un grupo de 8 a 12 años, "aunque en alguna ocasión por este centro ha pasado alguno de cinco años". "Sobre todo porque los padres lo piden", aclara la fundadora de este centro, Rosa Daniel. Cada vez hay más padres que piden hacer yoga con sus hijos en edades más tempranas. "Seguramente abriremos un nuevo grupo para niños menores de ocho años el próximo curso", comenta Rosa Daniel. Ramiro Calle asegura que a partir de los 4 o 5 años los niños pueden empezar a introducirse en el yoga físico, "todo depende de si el profesor sabe realmente adaptar las técnicas, el lenguaje y el ritmo a la edad del niño.
Lo importante es la esencia del yoga, que consiste en aprender a conectarse con la sabiduría que proporciona el cuerpo".
Julián Peragón también considera que la conexión con el cuerpo es importante y lo de menos es que se le ponga el nombre de yoga "si lo que se hace es, en esencia, yoga. Y el yoga es conciencia corporal y conexión consigo mismo"
Peragón ha dado clases de yoga adaptadas para niños de ocho años. Y en ellas ha trabajado la verticalidad, el enraizamiento, estiramientos coordinados con la respiración, todo ello arropado con una historia en la selva.
Además, "tocar y ser tocado forma parte de un alimento vital para el niño, incluso de su maduración psíquica". Pone un ejemplo práctico: "Un niño está tumbado boca arriba con brazos y piernas abiertos. El compañero le dibuja el perfil, dedo a dedo, resiguiendo las extremidades, cabeza y tronco. El niño o la niña siente su cuerpo, las diferentes sensibilidades. Hay zonas más duras o más blandas, frías y calientes. Además, el niño descubre su perfil, su espacio vital. Y se reconoce en su forma"
ES ADECUADO TANTO PARA NIÑOS MUY ACTIVOS COMO PARA LOS TÍMIDOS
En la clase de yoga se ha conseguido trabajar y asimilar el silencio, la atención, el trabajo en grupo, la interiorización. "Y eso les enseña a hacer un alto en su ritmo acelerado. Ahora hay menos estrés en la escuela. También hemos constatado beneficios a nivel corporal, como una mejor psicomotricidad. Eso es fundamental. Además, los padres están contentos porque hay una mayor comunicación con sus hijos, pues los niños han aprendido con el yoga a expresarse de una forma más libre y consciente. Es como si hubieran perdido el miedo a expresar su mundo interior porque saben que será acogido. !Y sólo hacen yoga una vez al mes en la hora de educación física!. Ese día se convierte en una fiesta de respeto y silencio".
Ramiro Calle resume los beneficios que puede aportar el yoga aplicado a los niños. "En el aspecto físico el niño desarrolla la motricidad y la coordinación de los movimientos corporales; aprende a respirar; desarrolla el sentido del equilibrio orgánico y psicosomático; mantiene la elasticidad de los músculos; mejora el riego sanguíneo; aprende a establecer una relación entre el cuerpo y la mente. En lo emocional es un potente ansiolítico; el niño aprende a controlar la impulsividad y a integrar una disciplina; se conecta con su vida interior y se va sensibilizando para tener otra actitud ante la vida". ...