martes, 23 de febrero de 2016

Oración para quienes tienen hijos rebeldes y con problemas

Por el poder de esta palabra,
yo sé, Señor, que por mi voluntad,
mis hijos consagrados te están,
y son santos, por esto te encomiendo
sus vidas y sus futuros.

Someto y sujeto a ti su mente
y suplico que veles por ellos y los ampares.

Consagro, dedico a ti mi Padre Santo,
Altísimo,
la vida de mis hijos.

Te ruego que los saques de la situación
donde hoy se encuentran,
sácalos de los malos caminos.

Te ruego que endereces sus veredas
y se vuelvan a ti.

Enséñales el camino en que deben andar,
instrúyelos, tú mismo, manifiéstate a ellos,
santifícalos hasta la estatura de tu perfección,
para que te sirvan con amor y obediencia
todos los días de sus vidas.

Clamamos y suplicamos la conversión
y salvación de:

(Nombrar)

Que tú mismo, Dios Eterno,
por tu Gran Misericordia y Gracia,
tomes sus mentes, sus corazones,
liberes su voluntad,
para que abran sus ojos,
para que se conviertan de las tinieblas a la Luz,
y de las potestades del enemigo a las de Dios,
para que reciban por la Fé en tí, mi Dios,
perdón de pecados
y herencia entre los santificados.

Venga verdadero arrepentimiento de sus pecados
sobre todos ellos.

Salgan de los malos caminos,
salgan de las malas compañías,
de los malos consejos,
y anden en sendas de justicia,
veredas derechas.

Venga hambre y sed de Dios sobre todos ellos.
Amen a Dios con todo su corazón.

Que no juzguen, y acepten
tu Divina Voluntad.

Bríndales abundancia
y paz espiritual.

Dios Nuestro: cautiva ahora a todos mis hijos,
cautívalos, manifiéstate a ellos, en el nombre del Eterno!

Bendigo ahora a:
(Los nombres)
con toda bendición espiritual,
en los lugares celestiales,
y los ato a la Verdad,
a la Voluntad
y a la Mente Divina, y declaro
que están en Espíritu Santo,
que viven por el Espíritu Santo
controlados y guiados por él (Espíritu Santo).
Declaro que ya no satisfacen bajos deseos;
que han crucificado su carne con sus pasiones y deseos,
y derribo y destruyo de sus mentes
la fortaleza de rebeldía, incredulidad,
falta de amor y desobediencia a ti, mi Dios Divino.

Ríos de Agua Viva inunden su ser interior ¡ahora!
en tu nombre, mi Dios.

Levantamos ahora nuestro clamor,
nuestro voz sobre la vida de todos ellos,
reclamándolos para ti, mi Dios,
arrebatándolos del fuego de la perdición,
y bendiciéndolos,
en el nombre del Dios Padre,
la Diosa Madre y el Dios Espíritu Santo.

Que nunca les alcance a ellos,
el asalto del maligno.

Les alcance a todos y cada uno de ellos,
 el arrepentimiento, la salvación,
el amor y la fé, hambre y sed de Dios,
en nombre de Dios.

AMÉN.


Gracias bendito Dios Divino,
porque sabemos que tenemos ya,
las peticiones que te hemos hecho.

Gracias porque veo a mis hijos totalmente restaurados
y apartados de los malos caminos.

Muchas gracias.


AMEN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario